Dr. Joshi Otero

Lipofilling y las células madre

EL envejecimiento facial es un proceso  continuo y dinámico donde se suceden varios hechos que afectan a diferentes estructuras. Por un lado tenemos el remodelamiento óseo del reborde orbitario y borde inferior mandibular (sin contar con las resorciones óseas relacionadas  con las exodoncias, de ahí parte de la importancia de la temprana colocación de los implantes dentales). Luego tenemos una pérdida progresiva y redistribución del tejido celular subcutáneo más acusado en el tercio medio facial y finalmente una piel que poco a poco presenta  una reducción de su grosor (aplanamiento de la unión dermoepidérmica y desorganización de la matriz  extracelular con disminución de fibras elásticas, colágeno y glicosaminoglicanos). Los ligamentos faciales de retención  proporcionan soporte a las estructuras faciales y estabilizan el tejido blando, pero también se van enlongando con el paso del tiempo.

Factores externos como exposición solar, mala alimentación, tabaquismo, escaso descanso y la polución aceleran como es lógico el deterioro otorgándonos un aspecto facial de mayor edad de la que en realidad tenemos.

Una interesante imagen publicada en el New England Journal of Medicine (una de las revistas con más abolengo en la medicina) muestra el devastador efecto de la prolongada exposición solar. Este señor trabajó  como conductor en un camión durante muchos años y la zona izquierda de su rostro nos lo confirma.

Fotoenvejecimiento unilateral

Cuando el contorno facial se beneficia de un leve aumento de una zona podemos usar la grasa autóloga. Incrementos más pronunciados necesitan ser suplementados con otras técnicas como implantes de titanio customizados, hueso u otras alternativas.

De forma suscinta podemos decir que la grasa se injerta de dos formas, en bloque o centrifugada. Cuando es un fragmento entero tiene el problema de que su centro no se nutre adecuadamente y tiene más riesgo de complicaciones. Cuando es centrifugada, la nutrición de estas células es más sencilla y la reabsorción es menor.

El injerto de grasa autóloga (lipofilling) se desarolló mucho con la depuración de la técnica por  el Dr. Coleman publicada a principios de los años 90.

Ilustración de una jeringa con tres contenidos diferenciados posterior a centrifugación

Primero se infiltra una sustancia tumescente (que facilita la extracción del tejido graso) en la zona donante  para luego por medio de una cánula con aspiración negativa suave extraer una cantidad del  material. Posteriormente se centrifuga  (otros autores usan decantado o filtración  con resultados similares) a una velocidad determinada para conseguir tres niveles; el superior es grasa líquida que se descarta. El intermedio es donde están las células grasas (los adipocitos que buscamos) y el más inferior es  suero, contenido hemático y restos de la sustancia tumescente infiltrada.

La consistencia de la grasa previa a su infiltración se puede modificar dependiendo del lugar cuyo volumen se quiere restaurar, haciéndola más ligera para zonas superficiales o delicadas, como los párpados o más densa para injertos  profundos en pómulos o depresiones temporales.

¿Qué es el enriquecimiento del injerto de grasa autóloga con  células madre cultivadas?

Un interesante artículo publicado por Stig-Frederik Trojahn et al, describe los resultados del lipofilling asociado al cultivo de células madre derivadas del tejido adiposo (1) (OECBM II). En él se comparan dos grupos de pacientes en condiciones muy similares donde la intervención consiste en añadir en un grupo células madre cultivadas Exvivo (crecidas en un laboratorio) al injerto graso y comparar posteriormente con el grupo control (injerto graso estándar) si hay diferencias en la reabsorción mediante una medición volumétrica con una resonancia magnética hecha cuatro meses después de la intervención. El grupo enriquecido mantuvo un volumen residual mucho más alto que el control. Su equipo de investigadores también tienen un meta-análisis (estudio donde se resumen resultados de todas las publicaciones encontradas en la literatura con características similares) y recogen igualmente resultados prometedores al añadir este procedimiento al lipofilling clásico (2) (OECBM III). Hay que tener en cuenta que los grupos analizados (como usualmente ocurre) muchas veces son difíciles de comparar y los resultados son debatibles (en algunos casos el seguimiento es corto,  los grupos son muy pequeños, y faltan detalles).

En España y en muchos otros países de la comunidad Europea el cultivo de células madre está regulado a determinadas patologías y no se utiliza  para el lipofilling. Sin embargo, existen otras alternativas de tipo enzimático (colagenasas) que permiten aislar las células madre en el mismo quirófano y luego se añaden al procedimiento clásico antes escrito proporcionando también muy buenos resultados.

La utilidad de los tratamientos con  células madre es muy amplia y prometedora. El poder disponer de células diferenciables de acuerdo a las necesidades de la zona receptora puede suponer un enlentecimiento e incluso una inversión de procesos degenerativos que hasta ahora eran irreversibles y cuya oferta terapéutica era solo paliativa.

El lipofilling en principio tiene muchas ventajas: es un material extraído de nuestro cuerpo (es autólogo),  significa que no es tóxico o que  no causa irritaciones y en la mayoría de los casos la zona donante lo agradece.

El principal problema que tiene la grasa es lo poco predecible que es el volumen injertado (en torno a un 20-50%). El uso de células madre hace más fiable éste proceso, aunque añade el inconveniente de prolongar la cirugía cuando se utilizan enzimas para aislar las células, o tener que pasar por una intervención adicional (15 días antes se realiza una liposucción cuyo contenido se envía a un laboratorio para el cultivo y expansión celular)  además de el incremento en el costo.

Es importante tener claro si vas a realizarte un lipofilling:

  • Es posible que se necesites repetir el procedimiento más de una vez, en especial si no añades células madre,  esperando generalmente entre 2-3 meses para saber el volumen que se necesita.
  • Si decides hacer el procedimiento con células madre (en España sólo es posible aislar las células mediante una reacción enzimática) el tiempo y el costo incrementa.
  • Los injertos se comportan mejor por una menor reabsorción en zonas con menos movilidad como los pómulos y se reabsorben más en zonas con mucha movilidad como la zona perioral.
  • El aumento de peso corporal puede verse reflejado en la zona receptora (en este caso el rostro).

El injerto de grasa autóloga es un procedimiento muy gratificante para el paciente y para el médico; los resultados son inmediatos, el material al ser autólogo no da reacciones, la zona donante generalmente es suficiente, los riesgos son asumibles y la satisfacción está garantizada. El aislamiento de las células madre nos aporta un beneficio adicional. En breve los cultivos celulares serán más accesibles y aportarán beneficios específicos dependiendo de nuestras necesidades.

Referencias:

  1. Kølle SF, Fischer-Nielsen A, Mathiasen AB, Elberg JJ, Oliveri RS, Glovinski PV, Kastrup J, Kirchhoff M, Rasmussen BS, Talman ML, Thomsen C, Dickmeiss E, Drzewiecki KTEnrichment of autologous fat grafts with ex-vivo expanded adipose tissue-derived stem cells for graft survival: a randomised placebo-controlled trial. The Lancet. Elsevier Ltd; 2013 Sep 28;382(9898):1113–20.
  2. Kølle S-F, Oliveri RS, Glovinski PV, Elberg JJ, Fischer-Nielsen A, Drzewiecki KT. Importance of mesenchymal stem cells in autologous fat grafting: A systematic review of existing studies. Journal of Plastic Surgery and Hand Surgery. 2012 Apr 3;46(2):59–68.
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