Primero se hace una simetrización del rostro con un software 3D, luego se determina el volumen exacto que falta (o sobra). Podemos usar diversos materiales: productos de relleno en tejidos blandos, hueso autólogo o sintético, o una pieza de titanio hecha a medida para que encaje con milimétrica precisión y con muy alta satisfacción en la mayoría de los pacientes. Para ello utilizamos los servicios de CADskills, una empresa ubicada en Bélgica con la llevamos mucho tiempo trabajando (y por supuesto, que cuenta con todas las certificaciones pertinentes).